Aquella mañana habĂamos quedado en Revenga, un pequeño pueblo segoviano que se encuentra en un entorno maravilloso. Se puede decir que es un lugar con un gran encanto, maravillosos bosques y un precioso embalse.
Quedamos a las nueve en un pequeño aparcamiento que hay justo enfrente al bar donde habĂamos quedado. Un cafĂ© para despejar la mente del madrugĂłn del sábado.
Iniciamos la marcha en dirección Madrid, hacia el embalse de Revenga. Las vistas del Embalse de Puente Alta eran preciosas. Muchos no se imaginaban que la mujer Muerta, esa preciosa formación montañosa se viera desde el camino por el cual transitábamos.
Cruzamos la presa por la pasarela que habĂa sobre ella, disfrutando de los hermosos paisajes. PrometĂa ser una ruta muy bonita.
Decidimos coger el camino de nuestra derecha, que transitaba entre árboles de gran esplendor que nos ofrecĂa sombras y nos acogĂa como si fuĂ©ramos parte del entorno.
Poco a poco fuimos ascendiendo, el bosque parecĂa difuminarse y llegamos a una gran pradera. Aquel lugar poseĂa unas vistas esplendidas de la maravillas que la Sierra de Guadarrama posee en esta vertiente.
Duramos poco tiempo fuera del bosque que se veĂa desde fuera con tanta profundidad. Hay que tener en cuenta que si uno se pierde en aquel lugar puede llegar a la Granja de San Idelfonso. La vertiente Segoviana es lo que tiene. Inmensos bosques de pinos, robles, acebos..
Comenzamos a ver algĂşn que otro acebo. El guĂa nos confirmo que 300 m más arriba habĂa bosques de acebos que dominaban el lugar.
Estrechas sendas, el rĂo Acebeda y un entorno que tiene magia propia nos llevo hasta el Decantador del Acueducto. SĂ claro el de Segovia, esta zona es la que ha suministrado el agua a la provincia Castellana desde hace siglos.
El retorno al pueblo de Revenga se hizo por la misma pista por la cual horas antes habĂamos comenzado nuestra aventura. Nos dios la vuelta en numerosas ocasiones para disfrutar una vez más de los paisajes que todos sabemos que en un futuro regresaremos.
Como siempre hacemos en nuestros finales de ruta, celebramos que la ruta habĂa acabado bien y esta vez que la belleza del lugar nos habĂa conquistado.
¡RUTA SUPERADA!